La clave de estos soportes para pantallas es colocarlas a la altura de nuestros ojos. Si no tenemos una silla que podamos subir o bajar de posición, o un monitor que podemos regular en altura, estos stands son la alternativa a las típicas revistas colocadas bajo los monitores de ordenador.
El primer modelo se llama Redmond, y es una bandeja metálica con sistema antideslizante para no deteriorar la mesa y evitar que se mueva sin querer. La ventaja de tener este tipo de soportes es que nos suele quedar un hueco debajo del mismo para dejar más ordenado y ocupando menos espacio, tanto teclado como ratón u otra serie de accesorios informáticos o de papelería.
Con un precio de 40 euros, no tenemos por qué usarlo solo con pantallas. Portátiles o impresoras se pueden colocar arriba y ganar espacio en la mesa de trabajo.
La segunda base es la Cupertino (vaya con los nombres), y en este caso se ha cuidado mucho más el diseño, dándole una forma redondeada más atractiva que el anterior modelo, de líneas más agresivas. Su precio es de 30 euros.
Xataka