Sony Rolly

Sony Rolly

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El reproductor Sony Rolly es una de esas extravagancias de la compañía japonesa de cuestionable utilidad pero con un atractivo indiscutible. Un juguete «hi-tech» de la misma escuela que el robot Aibo, por ejemplo.

Esencialmente, el Rolly es un reproductor de música digital con altavoces que tiene la particularidad de ser capaz de bailar las canciones que «canta». Para ello, cuenta con dos ruedas que lo hacen avanzar, retroceder y girar sobre la superficie, y dos «orejas» que se abren, se cierran y giran y bajo las cuales se encuentran los altavoces.



Como remate, alrededor de las ruedas, el dispositivo dispone de unas luces led que se iluminan con decenas de colores. La combinación de todos estos elementos dan lugar a logradísimos bailes, que tendremos que programar y diseñar gracias al sencillo software adjunto. Además, puede reproducir audio almacenado en teléfonos con conectividad Bluetooth.



Es difícil evaluar un producto de estas características. Verlo en movimiento es impresionante (os recomendamos buscarlo en YouTube), pero no su utilidad es limitada. Es un ingenio extraordinariamente bien diseñado, con una calidad altísima en todos sus detalles y totalmente rompedor. La cuestión es que es un producto muy caro orientado a un público que valore por encima de todo su naturaleza exclusiva.

Características:

Reproductor de audio digital con altavoces. 2 Gbytes de memoria. Bluetooth. Dimensiones 104 x 65 x 65 mm y 300 gramos. Baila y reproduce coreografías programadas

Lo mejor:

Un dispositivo único que funciona realmente bien. Ofrece una notable calidad de sonido en relación a su escaso tamaño. Reproduce música vía Bluetooth

Lo peor:

Su precio. Su utilidad para el mercado general es discutible. Sólo tiene 2 Gbytes internos. No cuenta con auriculares

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