Tiene nombre de cantante histriónico, pero nada más lejos de la realidad. Bueno, podríamos asociarlos por aquello de desenroscar la bombilla. Y es que la RAPHaEL (Robotic Air Powered Hand with Elastic Ligaments) es una mano capaz de alcanzar (sin romperlos) objetos tan delicados como una bombilla o un huevo. El mecanismo forma parte del Robotics and Mechanisms Laboratory (Proyecto Romela) en colaboración con la escuela de ingeniería de Virginia Tech, localizada en Blacksburg, Virginia (Estados Unidos).
Pero como decíamos, las siglas RAPHaEL responden a Robotic Air Powered Hand with Elastic Ligaments, es decir, a una mano robótica que se impulsa a través del aire comprimido. Ésta es la antítesis de todas las manos robóticas que habíamos visto hasta ahora: insensibles y poco precisas. Gracias a esta nueva técnica, los motores se han sustituido por el aire comprimido y se han añadido ligamentos elásticos que le permiten agarrar delicadamente los objetos. Algo parecido a la Sensopac Neural-net, otra mano robótica que todavía se encuentra en los laboratorios.
Según ha explicado Dennis Hong (director del proyecto), la sustitución de estos motores por el sistema de aire comprimido promete ser un gran avance para obtener mejores prótesis. De hecho, para regular la fuerza de mano sólo hay que ajustar la presión del aire. Por si esto fuera poco, se estima que los costes de fabricación serán mucho más bajos, algo que podría garantizar la democratización de estos nuevos sistemas. De momento, RAPHaEL sigue siendo el nombre de la extremidad de Charli, un robot que está desarrollando el mismo equipo científico y que pronto podría recorrer los pasillos de esta Universidad.